Según la tradición cristiana, los Reyes Magos viajaban hacia Oriente, guiados por una estrella, para llevar al niño Jesús unos regalos.
Según la tradición, los Reyes Magos llegaron al pesebre de Jesús no el día de su nacimiento, sino 13 días después, el 6 de enero.
Por ello, esta fecha se adoptó como una celebración en la que se recuerda el encuentro entre los Magos y el niño Jesús, así como su papel en la difusión del mensaje cristiano.