Este miércoles 30 de agosto se llevó a cabo la procesión y misa a Santa Rosa de Lima. Encabezada por el padre Federico Correa las actividades comenzaron a la hora 16 con el recorrido por las calles del barrio Santa Rosa, ubicado al oeste de la ciudad de San Javier. Los feligreses acompañaron el recorrido de la Virgen por distintos domicilios hasta llegar a la capilla donde se celebró la Santa Misa.
Isabel Flores de Oliva, también conocida como Rosa de Santa María y apodada la “Patrona de América,” se convirtió en el epicentro de las leyendas que rodean a las fuertes lluvias relacionadas con la llegada de la primavera. Esta es la historia de la santa por la que Argentina solía celebrar el 30 de agosto como feriado.
En Argentina, Santa Rosa también es reconocida como la “santa patrona de la Independencia Argentina,” un título promovido por Fray Justo Santa María de Oro en el Congreso de Tucumán de 1816. Aunque el 30 de agosto solía ser un feriado nacional en Argentina en su honor, la fecha de su conmemoración se cambió al 23 de agosto después del Concilio Vaticano II.
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Isabel Flores de Oliva nació en Lima, Perú, el 30 de abril de 1586. A pesar de tener la opción de casarse y formar una familia, ella rechazó estas expectativas y optó por seguir una vida de devoción religiosa. Cambió su nombre a Rosa de Santa María y se entregó por completo a la oración y la penitencia. También brindó atención a enfermos y necesitados en su hogar, construyendo una especie de enfermería.
La leyenda de Santa Rosa se remonta a agosto de 1615, cuando una banda de piratas holandeses liderados por Joris van Spilbergen intentó asaltar Lima. En medio del pánico y la huida de los habitantes, Rosa, junto con otras mujeres, decidió refugiarse en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario para orar. Durante su fervorosa oración, una tormenta de proporciones nunca antes vistas se desató a lo largo de las costas de Lima. Esta tormenta destruyó numerosas embarcaciones piratas y obligó a los atacantes a abandonar sus planes y huir.