
La Noche de San Juan, una de las festividades más antiguas y con mayor carga simbólica en diversas culturas, se celebra principalmente la noche del 23 de junio, víspera del nacimiento de San Juan Bautista. En San Javier, esta festividad se llevó a cabo desde las 15 y hasta las 19 horas en la Granja La Arcadia.
Informe: Natalia Luna (Vir Gi Lu)
Leila Roda, al referirse al origen de la iniciativa, explicó que esta celebración tiene un vínculo especial con las tradiciones rurales. Aunque se practica en muchas partes del mundo, fue Felisa Piana de Blanche (ya fallecida) quien solía organizarla con la intención de agradecer las cosechas y bendiciones obtenidas de las producciones del campo, todo ello en el marco de la festividad de San Juan.
En cuanto a la relación entre el fuego y la figura de San Juan Bautista, Roda señaló que existe un sincretismo de múltiples tradiciones que ha evolucionado con el tiempo, al igual que el simbolismo del agua asociado al santo. Sin embargo, todo se relaciona principalmente con la transmisión de lo que se desea dejar atrás, la bienvenida a lo nuevo y el agradecimiento a través del fuego.
La organizadora también destacó que muchas culturas han mantenido estas tradiciones por un largo tiempo, ya que la celebración de San Juan tiene más de 2000 años de antigüedad. Leila añadió que es importante retomar y cultivar estas prácticas que ya existen y que han tenido un profundo significado cultural.
Finalmente, sobre las actividades realizadas durante la jornada, Roda detalló que la idea era crear un «techo vivo». Entre las actividades, se planificó una parte teórico-práctica sobre la producción ecológica de gallinas ponedoras, así como un espacio para compartir con emprendedores, disfrutar de música y contar con la presencia de escritores. La jornada concluyó con la tradicional fogata de San Juan.
La Noche de San Juan
En el hemisferio sur (como en Argentina), la Noche de San Juan coincide con el solsticio de invierno, lo que le da un significado especial de celebración de la luz en la noche más larga del año, pidiendo que el calor y los días más largos regresen. En Argentina, es común quemar muñecos o «judas» sobre las fogatas.
Es una tradición milenaria que combina creencias cristianas con antiguos rituales paganos, y se caracteriza por el uso del fuego y el agua.
Orígenes y significado:
Origen pagano: Antes del cristianismo, muchas culturas celebraban el solsticio de verano (alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte) como un momento mágico. Se creía que en esta fecha los poderes de la naturaleza estaban en su punto máximo. Se encendían hogueras para «ayudar» al sol en su lucha contra la oscuridad, ahuyentar los malos espíritus, purificar y atraer la buena suerte, la fertilidad y la abundancia.
Origen cristiano: Con la llegada del cristianismo, la Iglesia adoptó y adaptó muchas de estas costumbres paganas.
La Noche de San Juan se convirtió en una celebración en honor al nacimiento de San Juan Bautista, quien, según la Biblia, nació seis meses antes que Jesús. En la tradición cristiana, las hogueras simbolizan la luz de Juan el Bautista, quien vino a preparar el camino para Jesús, la «luz del mundo». La purificación del fuego también tomó un significado religioso.
Tradiciones y rituales comunes:
Hogueras: Son el elemento central de la celebración. Se encienden en playas, plazas y campos. Simbolizan la purificación, la renovación y la quema de lo viejo para dar paso a lo nuevo.
Saltar la hoguera: Es una tradición popular que se dice trae buena suerte y protección.
Quema de muñecos o papeles con deseos: Muchas personas escriben en un papel sus miedos, errores o situaciones dolorosas que quieren dejar atrás, o bien sus deseos y anhelos.
Luego, los arrojan al fuego para que «lo viejo» se consuma y lo nuevo pueda surgir, o para que los deseos se cumplan.
Rituales con agua: El agua también juega un papel importante.
Baños de medianoche: En muchas localidades costeras, la gente se sumerge en el mar a medianoche, creyendo que purifica el alma y aleja las malas energías.
Recoger el rocío: Algunas personas buscan el rocío de la madrugada para pasear descalzos sobre él, creyendo que aporta salud.
Otros rituales:
Pedir deseos: Además de quemar papeles, se pueden lanzar deseos al mar.
Leer señales: Se considera una noche propicia para interpretar señales en los sueños, en las llamas o incluso en el agua, como oráculos populares.